La importancia del juego, en el desarrollo de los más pequeños es algo obvio, clave para desarrollar muchas habilidades cognitivas, sociales y comunicativias.
Los primeros tipos de juego los realiza el niño consigo mismo, luego ya se sociabiliza con los iguales y comparte con ellos estos momentos, de entrada comparten momentos breves aveces muy sencillos pero ayudan a compartir momentos entre los iguales y así se estrechan vínculos afectivos.
Al principio los juegos se dan por imitación, es muy típico ver a una niña tratando a un muñeco como si de un bebé se tratase, los niños tienden a jugar a juegos mas duros y masculinos, como son la lucha y los deportes.
Con el tiempo los juegos de habilidades serán clave para el desarrollo cognitivo trabajando habilidades como la planificación y la impulsividad.
También es muy importante ya que a través del juego se practica el ejercicio físico.
"Perdonar las molestias, estamos jugando para vosotros"
En los centros de acogida, casas cuna y demás instituciones, los niños no suelen estar una larga temporada.
El tiempo que pasan allí suele ser breve aproximadamente unos tres años, a no ser que sufran condiciones especial y tengan que permanecer en ellos más tiempo aunque no es lo normal, ya que transcurrido un tiempo los niños vuelven con sus familias, son dados en adopción o pasan a una casa de acogida.
Con este tipo de niños hay que tener especial cuidado, ya que las experiencias previas a llegar al centro suelen ser negativas.
Lo ideal para estos niños es que los cuidados básicos se los proporcione siempre la misma persona, para que no se confunda el niño, cada educador debe de encargarse de un grupo de niños, no mayor a 5 miembros, así la figura de apego se centrará en su cuidador principal y el niño no se sentirá confuso.
Este tipo de apego es transitorio, ya que dura el tiempo que el niño está institucionalizado.
Cuando los niños entran en un plan de acogida o adopción, lo ideal es que se tome el contacto con la nueva familia progresivamente, es decir:
Las primeras semanas la familia debe acudir al centro para que el niño se familiarice con su presencia.
Posteriormente el niño pasará unas horas fuera con su nueva familia, conociéndoles a ellos y a su nuevo entorno aunque debe de dormir en el centro.
Más tarde ya se irá a vivir con ellos, aunque al principio deberá seguir mantiendo relación con su educador.
Jhon Bolwby: psiconalista que introdujo el término de Apego.
Como bien dice Doña Isabel Escudero, profesora de el grado de Pegagogía y Educación Social de la Uned en su libro" las artes del lenguaje", la poesía tiene un valor muy importante en la educación.
¿Quien no recuerda las cantinelas, o poesías que aprendimos en la primera etapa de la educación primaria?
Como bien dice Isabel, en el método tradicional de educación se utilizaban estas herramientas para aprender a la vez que se entretenía, cosa que actualmente ha perdido fuerza.
Seguro que todos recordamos como aprendimos los días que tienen los meses del año, ¿ no resulta más sencillo una pequeña cantinela de tres lineas, para saber que febrero tiene 28 días o abril 30, que tener que aprender cada mes por separado como se estudia actualmente?
La canción que me enseñaron en la escuela a mí fué la siguiente:
Treinta días tiene noviembre, con abril junio y septiembre.
En la adolescencia en torno a los 11 años aparece el pensamiento formal.
El pensamiento formal se caracteriza por una serie de habilidades que no se tienen en etapas anteriores, este tipo de pensamiento utiliza como base las operaciones concretas pero permite razonar de otra manera.
Para Piaget es el último periodo del desarrollo, se pueden acumular conocimientos sobre muchas materias pero la manera de razonar no variará, se realizará de una forma universal.
TIPOS DE PENSAMIENTO SEGÚN JEAN PIAGET:
·Pensamiento abstracto: los sujetos no tienen que razonar acerca de los objetos o situaciones concretas, pueden despegarse de la realidad y pensar de forma abstracta.
·Pensamiento de hipótesis mentales: Guían la acción, en la infancia las hipótesis se realizan sobre cosas concretas mientras que en la adolescencia se empiezan a formularpensamientos hipotéticos deductivos y se llega a la conclusión si algo es verdadero o no.
·Combinatoria: combinar elementos y organizarlos, reflexionar sobre lo adecuado, busca las soluciones posibles.
·Lógica proposicional: Hacer proposiciones y sacar su verdad o su falsedad.
CRÍTICAS A LA VISIÓN DE PIAGET:
Las críticas a la visión de Piaget sobre el pensamiento formal se centran en cuatro aspectos básicos:
·Este tipo de pensamiento no es universal, hay variables que fomentan o retrasan su aparición.
·Algunos autores hablan del pensamiento post-formal. Es decir se duda que sea la última etapa del desarrollo.
·También se duda en la edad de aparición del mismo.
·La educación formal por sí sola no es un requisito para llegar a este tipo de pensamiento, se necesita también de la familiaridad con los temas a desarrollar, ciertos determinantes a la hora de resolver problemas.
Se conoce por este nombre a una de las disciplinas que estudian la comunicación no verbal; la proxémica, creada en 1968 por el antropólogo estadounidense Edward Hall, examina la manera en que las personas ocupamos el espacio y la distancia que guardamos entre nosotros al comunicarnos verbalmente. Ésta puede variar según nuestro interlocutor sea una audiencia, un conocido, un amigo o una persona especialmente querida que, como cabe suponer, es la más cercana. El grado de comodidad durante la conversación también es determinante: si nos sentimos violentos, tenderemos a retrocede
Me gusta mucho la idea, parece que estaba ahí escondida.
Desaprender lo aprendido. Nunca he querido dejar de ser un niño, y a veces me asusto. Pero un amigo, antes de escapar, me demostró día a día que eso de ser un niño no tiene demasiada relación con la edad, el paso del tiempo, las responsabilidades… Sino con la forma en que caminas. El pálpito viene a cuestionar muchas cosas. Si, como explicó Azorín, “la vejez es la pérdida de la curiosidad”, conozco a muchos adolescentes que crecen en el sentido inverso al de sus abuelos. Por ejemplo.
Nos han inculcado tantas cosas… Tantos valores que son en realidad eso, el precio que tenemos que pagar a cambio de esto, de lo otro, por aquello que llegará algún día, según pronostica esa segunda conciencia que a menudo aparece como omniscente, cuando sólo es reflejo de nuestros miedos, de las muchas necesidades que hemos creado. ¿Y de qué nos sirven? No hacen más que girar sobre obsesiones: poder abarcar, poseer y controlar cosas que son más grandes que nosotros, secretos de alquimista ante los que deberíamos sentirnos diminutos. Desaprender lo aprendido. Dejar de pagar con nuestra libertad, de olvidar nuestra felicidad y de buscar finales ignorando los caminos.
En Simone de Beauvoir encontré un grato reconocimiento: “un niño es un insurrecto”. Nos han enseñado a estar, pero no sé si en algún momento nos dejaron ser.Quizá por esa razón pude estar en los momentos más difíciles, cuando quería dudar en soledad, llorar cristales rotos; y quizá también pude estar, por lo mismo, en los momentos de más rabia, cuando hubiera preferido gritar que el rey va desnudo. Porque hay cosas para las que nadie nos ha preparado. Supongo que por eso nos vamos convirtiendo en una espiral de dudas, de pensamientos, que se entrelazan para hacerse más grandes, más complejos. Y sólo cuando respiramos y lo vemos todo como el caleidoscopio que en realidad es, sólo cuando olvidamos lo aprendido y aprendemos a mirar mientras exhalamos algo de equilibrio, sólo entonces, estamos preparados para continuar el viaje.
Me pregunto entonces que sería de las ideologías, de las modas, de las prisas, de las miserias, de todo lo establecido, del tic-tac de las máquinas, un reloj irreal que no entiende de tempos e instantes, si desaprendiéramos lo aprendido. Qué sería del odio, de los prejuicios, de las cadenas, si lo desaprendiéramos. Y me encanta, porque no es tan incierto como este presente que no bebe del pasado para la sed del presente, que no desaprende para aprender, que no quiere aceptar una realidad en constante transformación, dinámica como toda vida, como la naturaleza.
A mí me cuestan muchas cosas, como a todo el mundo, pero ser y mostrarnos como somos (lo que valemos) no nos cuesta nada. En todo caso, le costará al que tenga que aguantarnos;)